viernes, 31 de agosto de 2018

Sistema Nervioso Periférico

El sistema nervioso periférico consta de receptores sensoriales, los nervios que unen estos receptores con el sistema central y los nervios que unen el sistema nervioso central con efectores (músculos y glándulas). La división somática del sistema nervioso periférico ayuda al cuerpo a responder a cambios en el ambiente externo. Los nervios y receptores que mantienen la homeostasis a pesar de ser internos constituyen la división autónoma.

DIVISIÓN SOMÁTICA

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La división somática del Sistema Nervioso Periférico incluye receptores que reaccionan a cambios en el ambiente externo, las neuronas sensoriales que informan al Sistema Nervioso Central estos cambios y las neuronas motoras que ajustan a los músculos esqueléticos. En los mamíferos, 12 pares de nervios craneales emergen del cerebro, los cuales transmiten información al cerebro desde los receptores sensoriales para el olfato, la vista, el gusto y el oído.

Par craneal I (Nervio Olfatorio): Inerva al interior de la nariz y transmite señales de las células olfatorias. Par craneal II (Nervio Óptico): inerva la retina y transmite señales de los fotorreceptores, que se perciben como la visión.
Par craneal III (Nervio Oculomotor): controla los movimientos del ojo y del párpado. También regula el cierre de la pupila y enfoque de cristalino.
Par craneal IV (Nervio Troclear): controla movimientos del globo ocular.
 Par craneal V (Nervio trigémino): controla los músculos de la masticación y transmite información sensitiva al ojo, de los dientes y de la piel de la cara (mejilla y mandíbula).
Par craneal VI (Nervio abducente): regula la dirección de la mirada del ojo.
 Par craneal VII (Nervio Facial): expresiones faciales, glándulas salivales y lacrimales.
Par craneal VIII (Nervio vestibulococlear): transmite señales sensoriales del oído interno, que se perciben como sonido y permiten el equilibrio.
Par craneal IX (Nervio glosofaríngeo): controla las glándulas salivales y transmite las señales sensoriales de la lengua y la faringe.
Par craneal X (Nervio vago): es el único nervio craneal que regula órganos del sistema digestivo, circulatorio y respiratorio.
Par craneal XI (Nervio accesorio): controla los músculos que participan en la acción de tragar y mover la cabeza.
Par craneal XII (Nervio hipogloso): se encarga de los movimientos de la lengua.
En los humanos, 31 pares de nervios espinales emergen de la médula espinal. Se denominan según la región general de la columna vertebral donde se originan, comprenden de:
8 pares de nervios espinales cervicales (C1 a C8. Inervan en el cuello).
12 pares de nervios espinales torácicos (T1 a T12).
5 pares de nervios espinales lumbares (L1 a L5. Los últimos forman la cola de caballo).
5 pares de nervios espinales sacros (S1 a S5. En el segmento mas bajo de la médula).
1 nervio espinal coxígeo (CO1. Es el único no par. Sobre el hueso coxis).

DIVISIÓN AUTÓNOMA

La división autónoma ayuda a mantener la homeostasis en el ambiente interno. Por ejemplo, regula la frecuencia cardiaca y ayuda a mantener una temperatura corporal constante. El sistema autónomo trabaja automáticamente y sin entrada voluntaria. Sus efectores son el músculo liso, el músculo cardiaco y las glándulas. Así como el sistema somático, está organizado funcionalmente en vías reflejas. Los receptores dentro de las vísceras transmiten información vía nervios aferentes al SNC. La información es integrada a varios niveles. Luego, las “decisiones” son transmitidas a lo largo de nervios eferentes a los músculos o glándulas idóneos. Las neuronas aferentes y eferentes de la división autónoma están en el interior de nervios craneales y espinales.
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La porción eferente de la división autónoma está subdividida en los sistemas simpático y parasimpático. En general, tienen efectos opuestos: En cuanto al efecto general, el sistema simpático prepara el cuerpo para superar situaciones estresantes, en cambio el sistema parasimpático restaura el cuerpo al estado de reposo después de una situación estresante, mantiene activamente las funciones normales del cuerpo. En cuanto al alcance del efecto, el sistema simpático está esparcido por todo el cuerpo y el sistema parasimpático solo tiene un alcance local. En cuanto a la duración del efecto, la del sistema simpático es prolongada, en cambio, la del sistema parasimpático es breve. En cuanto a los flujos de salida desde el Sistema Nervioso Central, los del sistema simpático son los nervios lumbares y torácicos desde la médula espinal, y los del sistema parasimpático son los nervios craneales y sacros desde la médula espinal.

En muchos casos los nervios simpáticos operan para estimular órganos y movilizar energía, especialmente en respuesta al estrés; mientras que los nervios parasimpáticos influencian órganos para conservar y restaurar energía, en particular durante actividades apacibles y calmadas.

En lugar de usar una sola neurona eferente, como en el sistema somático, el sistema autónomo usa un relevador de dos neuronas entre el SNC y el efector. La primera neurona, denominada neurona preganglionar, tiene un cuerpo de célula y dendritas dentro del SNC. Su axón, parte de un nervio periférico, termina por establecer sinapsis con una neurona postganglionar. Las dendritas y el cuerpo de la célula de la neurona postganglionar están en un ganglio fuera del SNC. Su axón termina cerca del efector o en éste.
Los ganglios simpáticos están apareados y una cadena de ellos, la cadena paravertebral de ganglios simpáticos, van a cada lado de la médula espinal desde el cuello hasta el abdomen. Algunas neuronas preganglionares simpáticas no terminan en estos ganglios, sino que pasan y se dirigen a los ganglios colaterales.

Las neuronas preganglionares parasimpáticas establecen sinapsis con neuronas postganglionares en ganglios terminales o dentro de las paredes de los órganos que inervan. Los sistemas simpático y parasimpático también difieren en los neurotransmisores que liberan en la sinapsis con el efector. Tanto las neuronas preganglionares parasimpáticas como las neuronas postganglionares parasimpáticas secretan acetilcolina. Las neuronas postganglionares simpáticas liberan norepinefrina (aunque las neuronas preganglionares simpáticas secretan acetilcolina).
La división autónoma se denomina así por la idea original de que era independiente del SNC; es decir, autónoma. Los neurobiólogos han desaprobado esto y han demostrado que el hipotálamo y muchas otras
partes del SNC ayudan a regular el sistema autónomo. Las actividades del sistema autónomo pueden ser controladas o influenciadas conscientemente, aunque suele funcionar de manera independiente en su mayoría.
Usando estas técnicas, los individuos han aprendido a controlar actividades autónomas como la presión sanguínea, incluso se dice que ciertas frecuencias cardíacas anormales pueden modificarse de manera consciente.
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